PARA: M. D. P. A .H. (El recuerdo de aquella madrugada que se esfumó)
Recuerdo la primera vez que te escribí. Fue exactamente las diez y media de la noche de un venti-nueve de diciembre del año dos mil doce. Fue la primera vez que noté que me mirabas. Bueno, a mí no. A mis letras.
"ME LEÍAS"
¿Quién pensaría que tú estás dentro de todas mis letras?, dime, ¿Quién lo pensaría?. Nadie. Ni si quiera Tú lo notas. Ahora que todo acabó. Que una vez a las quinientas nos cruzamos unas cuántas palabras por educación; ¿Qué pensarías si supieras que aún te escribo?, Ya intenté que lo supieras, pero eso a ti no te importa. Démosle un fuerte abrazo al "Orgullo", que gracias a él, o bueno, en realidad, no sé si fue gracias a él o gracias a ti, que tu cariño hacia mi, con el tiempo se esfumó, si, algo así, como el humo de aquel cigarro "Lucky Convertible" que me olvide fumar en tu nombre.
Te digo algo y todo te molesta. Hace poco leí una frase que decía lo siguiente: "A VECES ES MEJOR RETIRARNOS Y DEJAR UN BONITO RECUERDO, QUE SEGUIR INSISTIENDO Y CONVERTIRSE EN UNA MOLESTIA". Sé que todo termino y ¿Esa es la ley de la vida, no?
"TODO LO QUE MÁS TE HACE FELIZ, VIENE POR CORTO TIEMPO, SOLO HAY QUE SABERLO APROVECHAR" . Eso es cierto, yo no sabía que tu estadía conmigo iba a durar poco tiempo, si lo hubiera sabido, créeme que hubiera comprado el tiempo para poder detenerlo. Además poniendo un poco en práctica la razón, Tú no eras mía, ni yo era tuyo (Aunque a veces solíamos decirnos), ¿Es raro no?, yo aquí escribiéndote como un loco escritor a punto de entrar a la locura. Y tu, en una parte del mundo, estando quizás con alguien, burlándote de mis letras. En realidad, somos tan distintos el uno del otro. Yo pienso en un mundo contigo y tu pensabas en el "Que dirán los demás". Y aunque suene raro, eso me encantaba, eso me atraía, así como me atrae el olor a gasolina, el olor a ropa nueva. Sé que a parte de nosotros, hay más personas esperando por nosotros. Pero podemos seguir siendo dos.
Te pienso más de lo que debería pensarte.
Te imagino más de lo que te escribo, quizás ese sea uno de mis peores virtudes.
Te quiero más de lo que un ciego pueda querer, que es ver. Verte a ti, agarrada de mi mano.
Y no tengo miedo de mí, ni de regalarte mis letras, el universo quizás no conspiro a nuestro favor. Pero me duele más no poder gritar tu nombre en medio de este silencio. O ya se, quizás te sueño en las madrugadas que me hundo en tus pensamientos y aunque suene raro, ahí es el único lugar donde puedo yo verme.
No te tengo miedo a ti. Tampoco tengo miedo a tu desprecio. Lo que le tengo miedo es al recuerdo de aquellas madrugadas vacías y somnolientas. Le tengo miedo al miedo de tu recuerdo. Le tengo miedo a tu ausencia. Solo parezco un viento que vuela en el aire sin destino.
Tengo miedo de nosotros.
Pero, ¿Qué pasará el día en que yo de costumbre te siga escribiendo y tu por alguna razón de Dios, se te ocurra responderme, que me dirás?, ¿Qué me responderás? No lo sé la verdad, solo se que quiero despertar de esta maldita pesadilla y poder volver a tenerte en la ausencia d mis deseos.
Pero seré fuerte y no me rendiré.
SE ME CAE EL CIELO DE TANTO ESPERAR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario